Sciences humaines

Los Judíos y la Argentina en Francia Ocupada

1940-1944

04 mai 2016 à 19h

Présentation de l'ouvrage de l'historienne María Oliveira-Cézar.

Avec Teresa Orecchia-Havas (Université de Caen) et François Delprat (Paris III).

Présentation en français et espagnol.

Es un trabajo de investigación histórica basado enteramente en documentos de los archivos diplomáticos franceses y argentinos, de los archivos de la inmigración del CEMLA, de los archivos del Mémorial de la Shoah de París, del campo de Drancy y del Yad Vashem de Jerusalem. En casos puntuales hay documentos de otros campos de concentración situados en Francia y en Bélgica, o provenientes de campos de exterminio, como Auschwitz. María Oliveira-Cézar intenta reconstruir parte de la historia de algunas de las familias judías refugiadas en Francia y vinculadas con los diplomáticos argentinos allí enviados, a los que acudieron en busca de la protección que podía darles el país neutral o del visado que les permitiría escapar de la barbarie, sea porque algunos de sus miembros eran ciudadanos argentinos o inmigrantes en nuestro país, sea porque tenían un familiar de primer grado residente en el país. Las normas discriminatorias hacia los refugiados que solicitaban el libre ingreso a la Argentina fueron aplicadas durante la II Guerra en Francia con mayor o menor celo por los sucesivos jefes de misión (Miguel Ángel Cárcano, Carlos Echagüe, Ricardo Olivera y Alberto Agüero), por el cónsul general (Ramón Luis de Oliveira Cézar) y los otros cónsules (entre ellos Fernando Soria, Emilio De Matteis, Carlos Matthews, Orestes de Olazábal, Domingo Sotomayor, José Garo, Alberto Saubidet...). Una política que no discriminaba sólo a los judíos sino también a las personas con ideas marxistas o de otros izquierdismos, y hasta a los republicanos españoles centristas que defendían al gobierno constitucional de su país. O sea, era una discriminación dirigida a todos los que las persecuciones y la violencia de aquellos años 30 y 40 habían expulsado de sus países y para sobrevivir necesitaban un país que los recibiera y refugiara. (...)